Sobre la planta en sí

La salicaria es una bonita planta perenne de la familia de las Saxifragáceas. Notable, forma una magnífica mata con tallos gruesos, erguidos y ramificados. Según la variedad, la salicaria puede alcanzar hasta 1,50 m de altura. Unidas directamente a los tallos, las hojas de la planta son opuestas y lanceoladas. Son de color verde brillante en el haz y más pálidas en el envés. La salicaria púrpura florece maravillosamente en verano, entre junio y octubre. La planta produce largas espigas de color rosa magenta de 25-30 cm de longitud. Agrupadas en verticilos, estas flores son nectaríferas y melíferas. Son muy populares entre las mariposas y las abejas. Las hojas de la salicaria son muy parecidas a las de los sauces. Son lanceoladas, vellosas y de unos 5 a 10 cm de longitud. Los frutos de esta planta tienen forma de cápsulas ovoides. Contienen un gran número de semillas, que suelen dispersarse por el agua o los pájaros.

Más información sobre el hábitat y el cultivo de la salicaria púrpura

La salicaria es una planta originaria de Asia y Europa a la que le gustan especialmente las condiciones húmedas. Crece espontáneamente en las orillas de los cursos de agua, en zanjas y zonas pantanosas. En el jardín, la salicaria se encuentra a gusto junto a un estanque o arroyo. También puede crecer a lo largo de un canal de riego o en otros lugares húmedos o propensos a las inundaciones. Para obtener las mejores matas, recomendamos cultivar la salicaria en un lugar muy soleado, o al menos en sombra ligera. La salicaria también es una planta poco exigente. Se adapta bien a todo tipo de suelos, excepto a los demasiado ácidos. Robusta y resistente, la planta tiene la ventaja de soportar temperaturas de hasta -15ºC. Puede soportar sin problemas los inviernos más duros. La salicaria también tiene la ventaja de ser fácil de cultivar. Se puede sembrar en abril a temperaturas de entre 15 y 18°C. Sin embargo, es posible dividir los macizos en mayo o tomar esquejes basales en primavera. Como norma general, plántala en primavera u otoño. Para conseguir un jardín atractivo, se recomienda espaciar cada planta unos 50 cm. La salicaria también requiere muy poco mantenimiento. De hecho, el único mantenimiento necesario es podar las flores gastadas. Esto estimula la nueva floración. En invierno, también es aconsejable limpiar la planta eliminando simplemente las partes aéreas secas.

Para utilizar correctamente la salicaria y aprovechar al máximo sus beneficios

Las partes aéreas, las sumidades floridas y el zumo fresco de la salicaria se utilizan en fitoterapia. Estas partes de la planta están repletas de principios activos, como taninos, mucílagos y resina. También contienen triptenos, como los ácidos oleanólico y ursólico, antocianósidos, glucósidos y flavonas. Estos variados compuestos activos actúan sinérgicamente para promover tu bienestar diario. La salicaria también es una planta comestible. Puedes comer las hojas jóvenes, que tienen un sabor ligeramente dulce y afrutado que recuerda al de la fruta seca. Las flores de salicaria también se utilizan mucho como colorante. Antiguamente, los pasteleros utilizaban el poder colorante de estas flores para dar a los dulces un atractivo color rojo. Para realzar el color, basta con hervir las flores en un poco de agua.