Bardana: propiedades en fitoterapia, beneficios y usos

Más información sobre la bardana

También conocida como hierba de la tiña, la bardana es una planta común perteneciente a la familia de las Asteráceas. Originaria de Asia, el norte de África y Europa, crece silvestre en los escombros y a lo largo de los bordes de los caminos. La bardana tiene la ventaja de ser fácil de cultivar. Las semillas se siembran siempre en suelo bien drenado, idealmente neutro, entre agosto y septiembre. Las raíces no se cosechan hasta el segundo año. Esto se hace en otoño, justo antes de que la raíz se vuelva leñosa. La bardana es una planta bienal que suele crecer hasta 1,50 m de altura. Es fácil de reconocer porque su tallo es ramificado, erguido y estriado en toda su longitud. Las hojas de la planta se distinguen por su atípica forma de corazón. Son verdes por encima y blanquecinas por debajo, y están bordeadas de pequeños dientes afilados. Las hojas de la bardana son relativamente grandes y ásperas al tacto. Entre julio y agosto, la bardana florece con flores moradas. Inicialmente dispuestas en corimbos, las cabezas florales adoptan la forma de bolas cuando alcanzan la madurez. Estas bolas están totalmente cubiertas de brácteas, que a su vez terminan en espigas ganchudas. Estas espigas se encuentran a menudo adheridas a la ropa y al pelaje de los animales. Los frutos de la planta de bardana son aquenios, cubiertos de pelos blancos. En general, la bardana tiene un vago parecido con otras especies vegetales, como el cardo mariano. Estas dos plantas son bastante parecidas, tanto en su aspecto general como en el color de sus flores.

Más información sobre la composición y los usos de la bardana

La bardana es naturalmente rica en principios activos. Contiene mucílagos, proteínas y minerales como fósforo, potasio y calcio. Sin embargo, algunos compuestos sólo están presentes en determinadas partes de la planta. Es el caso, por ejemplo, de la inulina, que se encuentra en la raíz de bardana. La inulina es un hidrato de carbono que no puede digerirse en el intestino. Las hojas de la planta también contienen un alto nivel de vitamina C. Todos estos principios activos hacen de la bardana un ingrediente ideal para cocinar. Las raíces carnosas de esta planta pueden comerse de varias maneras. Por ejemplo, pueden combinarse con otras verduras y comerse crudas. Los tallos también se pueden pelar y hervir o cocer al vapor. El sabor de las raíces y tallos de la planta recuerda al de otra verdura, la alcachofa. Las hojas de bardana también son ideales en ensaladas. Como las espinacas, las hojas se utilizan en muchas sopas y gratinados. Además de su uso habitual en la cocina, la bardana es un ingrediente estrella en fitoterapia. Los principios activos de la planta actúan sinérgicamente para ayudar al proceso digestivo natural. Estos compuestos ayudan a purificar la sangre y favorecen la eliminación de las toxinas presentes en el organismo. También optimizan la eliminación renal de agua y contribuyen al buen funcionamiento de las vías urinarias. Además, los ingredientes de la bardana son esenciales para equilibrar los niveles de azúcar en sangre. También contribuyen a la salud de la piel impidiendo la formación de radicales libres. Por último, la acción sinérgica de los principios activos de la bardana ayuda a optimizar los sistemas de defensa naturales del organismo. Según tus gustos y preferencias, la bardana puede consumirse de diversas formas. De hecho, los extractos de la planta ya están disponibles en una amplia variedad de formatos. Están disponibles en forma de comprimidos, cápsulas, sobres y también en polvo para infusiones. Sin embargo, se recomienda encarecidamente que sigas siempre la dosis y la duración del tratamiento. En caso de duda, lo mejor es pedir consejo a un herbolario o a tu médico de cabecera. También se recomienda una dieta variada y equilibrada y un estilo de vida sano. Esto se aplica tanto durante como después de la cura, por el bien de tu salud y bienestar diarios.